Historia de Presunto Padre
ENGAÑADO
Felipe (32) sufrió meses de insomnio por una certeza que no
llegaba. En mayo de 2008, cuando ya llevaba un buen tiempo con una chica,
conoció a Mónica, con quien fue infiel.
Tiempo después, cuando Felipe se encontraba fuera de su país cumpliendo su labor como
uniformado, Mónica lo llamó para contarle algo importante: tenía dos meses de
embarazo.
A su regreso a su país, Felipe se juntó con Mónica a discutir la
situación: ella habló de la posibilidad de un aborto y de que él asumiera su
responsabilidad, pero eran escenarios en los que Felipe ni siquiera se ponía,
porque no creía ser el padre.
Honestamente, dice Felipe, después de esa conversación se olvidó
del tema, hasta que a comienzos de 2009 llegó la mamá de Mónica a su trabajo a
reclamarle que se hiciera cargo de los gastos del bebe, que había nacido con
cáncer testicular. “Si usted quiere plata, demándeme”, le respondió Felipe. Así
lo hizo. Un mes y medio después, Felipe abría la puerta de su casa para recibir
un aviso de demanda por pensión alimenticia.
“En ese momento se me vino el mundo encima, porque me había
enterado hace poco de que mi pareja, con la que quiero casarme y proyectarme,
estaba embarazada”. Además, como uniformado, esto habría significado una
notificación en la hoja de vida de Felipe, lo que, a la larga, podía llevar a
que lo dieran de baja de la institución.
“Fue terrible. Estaba sicológica y anímicamente dañado. En la noche no podía dormir, andaba todo el día nervioso. Cuando tenía tiempo libre me preguntaba qué iba a pasar si el niño era mío, cómo le iba a contar a mi pareja la situación por la que estaba pasando, cómo lo iba a tomar. De partida, pensaba que todo se iba a terminar y que iba a tener que afrontar otra demanda, la de mi pareja con mi hijo. Durante ese tiempo era terrible el dolor de estómago”.
Felipe se sometió al KIT de ADN y la certeza llegó en julio de ese año. “Cuando supe que no era el padre, me volvió el alma al cuerpo; esa fue la noche en que más descansé. Recién el martes pasado se acabó todo el asunto legal, y le comenté a un amigo que si no resultaba la devolución de la pensión por gracia que le di a Mónica durante cuatro meses, no me importaba, porque ya había actuado como un padre y me daba pena que ese niño no tuviera a quién recurrir”.
“Yo creo que más adelante le voy a contar a mi pareja, dice, por una cuestión de seguridad en la relación. Tenemos muchos proyectos a futuro, matrimonio y todas esas cosas. Y ahí no se juega: el matrimonio es para toda la vida”.
"No dudes en pedir tu kit para quitar la incertidumbre, su costo es menos de lo que puedes invertir con alguien que tal vez no tenga nada que ver con tu herencia genética”